En el mercado hay una amplia variedad de losas, por ejemplo, la losa de vigueta y bovedilla, armadas en un sentido, losacero, entre otras, lo que dificulta la elección. Toda esa variedad se agrupa en varias categorías, entre las que destacan las losas macizas y aligeradas. Cada una comprende varios subtipos.
Se trata de sistemas estructurales integrados por varios elementos, como concreto, alambre recocido y varilla, formando con ellos secciones transversales rectangulares y, usualmente, de bajo espesor. Destacan por su fortaleza y gran capacidad de carga y se instalan en claros cortos y construcciones pequeñas, ya que tienden a colgarse en construcciones mayores. Resisten buen a fisuraciones y, según la presentación de su apoyo, se dividen en dos tipos:
Se trata de losas apoyadas en dos lados opuestos, por tal motivo, las vigas o acero principal son colocadas de forma perpendicular al sentido de los apoyos. Al usarse en estructuras rectangulares, se distribuye su carga entre las distancias más grandes. Se utilizan en viviendas, edificios departamentales, entre otras.
En este caso, se apoyan en dos sentidos perpendiculares. En otras palabras, el peso de las losas es transmitido a cada una de las vigas en los cuatro lados estructurales. Suelen usarse en techos de cualquier edificio y entrepisos.
En esta categoría entra la losa de vigueta y bovedilla, losacero y losa nervada. Se fabrican con base en concreto convencional, acero corrugado entre otros materiales de bajo peso.
Se basa en un entramado de trabes acomodados de forma transversal y longitudinal hasta formar una red conocida como nervios, que se colocan bajo cubiertas planas de concreto. Las trabes permiten estructuras rígidas que unen las columnas donde se sostienen. Las secciones vacías de los nervios pueden dejarse así o rellenarse con bloques de poliuretano, cerámicos o arena, siempre que no sean pesadas.
Los extremos de las trabes son las que reciben las fuerzas de compresión y presentan forma de T. Es posible agregar una armadura de metal en los nervios para que reciban en conjunto las fuerzas de tracción. Usualmente, se usan en grandes edificios y viviendas.
El sistema de vigueta y bovedilla para losas está formado por elementos prefabricados unidos que se presentan en planta y se cortan a la medida. Recibe su nombre por los elementos que la conforman: viguetas que funcionan como soportes y bovedilla que son los elementos aligerantes. Destaca por soportar cargas operativas y de servicio, transmitiendoles a las trabes y funcionando solo en una dirección. Es posible añadir una estructura interna de acero para aumentar su resistencia.
La losa de vigueta y bovedilla presenta bajo espesor, se fabrica en diferentes secciones geométricas y dimensiones, formando así un sistema estructural que funge como aislante acústico y térmico. Destaca por su versatilidad, ya que se usa en viviendas, edificios comerciales e industriales y construcciones civiles y es compatible con otros sistemas constructivos.
Este producto integra las propiedades portantes de las viguetas pretensadas y aligerantes de las bovedillas y cubren claros amplios sin aumentos notables en el espesor de la capa de compresión. Al trabajar la losa con los elementos estructurales, actúan como un diafragma rígido que absorbe los movimientos sísmicos.
Hay igualmente losas prefabricadas conformadas por una lámina acanalada de alto desempeño y resistencia, conocida como losacero. Este componente facilita la adhesión del sistema al hormigón, creando una pieza estructural de larga vida útil y resistencia para entrepisos y techos. Presenta alta resistencia a grandes cargas y disminuye los daños causados por sismos, gracias a la firmeza y el funcionamiento en conjunto de los elementos. Requieren baja inversión y se instalan rápidamente en estacionamientos, edificios con entrepisos, almacenes, entre otros.
Una vez que conocen las variantes de cada categoría, es turno de elegir entre losas aligeradas o losas macizas. Si se considera la instalación, componentes y forma, las últimas son las más caras. En el caso de las primeras, disminuye considerablemente la cantidad de hormigón requerida y los materiales usados son más ligeros y asequibles, como las bovedillas de espuma de poliestireno, los bloques cerámicos, entre otros.
Si bien la losa más conveniente es aquella que se adecúa a los requisitos de construcción y diseño de los inmuebles, las empresas constructoras prefieren las losas aligeradas por varias razones, por ejemplo, son más livianas y se utilizan en construcciones de mayores dimensiones, lo que parece extraño si consideran su peso. Esto se debe a su resistencia a pandeos, deflexiones y flexiones. Su precio es más asequible al utilizar menos hormigón, aunque si lo que necesitan es mayor fuerza y resistencia a cargas vivas en áreas reducidas, convienen las losas macizas.
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