Las losas de vigueta y bovedilla son las más conocidas de nuestro catálogo, aunque ofrecemos otro sistema que fabricamos en nuestra planta en el municipio de García en Nuevo León: las placas alveolares. No solo se usan como losas prefabricadas, sino como muros. Hay placas de forjado y cerramientos. Las primeras se instalan horizontalmente con distintas herramientas, considerando tanto su peso como longitud. Las segundas se diseñan para distintos cerramientos, ya sea de corrales, naves industriales, entre otros.
Se trata del sistema más usado en Europa para muros y losas prefabricadas. No necesitan cimbras o colocación de hormigón tras instalarse y reducen los tiempos de colocación, logrando, por ejemplo, el cerramiento de naves de hasta 1,000 m2 en solo dos días. Destaca por su versatilidad, lo que mostraremos en esta nueva entrada de nuestro blog.
Originalmente, las placas alveolares se diseñaron para esta aplicación autosoportante. En este caso, las placas se fabrican según el espacio a cubrir y las cargas a soportar. Se requieren soluciones personalizadas con diferentes grosores y cantidad de acero para su armado, lo que requiere cálculos y supervisiones de expertos. Se usan como losas prefabricadas, es decir, se colocan horizontalmente para crear forjados entre plantas de naves industriales y viviendas, forjados subterráneos y sanitarios cuyos detalles son los siguientes:
Es común que la industria constructora use placas alveolares bajo tierras para diferentes proyectos: desde estacionamientos subterráneos hasta bodegas y garajes. En este caso, el forjado puede quedar libre, cubrirse con tierra para crear una cubierta verde o con arena para que no sea visible. En el caso de usarse para forjados de estacionamientos, es necesario calcular sus dimensiones considerando tanto su peso como el peso que soportará.
Otro nombre que reciben es suelo flotante, debido al aislamiento que brinda el forjado sobre el terreno. Hay ejemplares para evitar los altos niveles de humedad, que poseen buena ventilación y se aíslan del terreno, lo que es ideal para proteger al edificio donde se coloquen las placas.
La colocación de este sistema en entreplantas permite aumentar la superficie de naves industriales, plantas o viviendas y acelerar la construcción. En este caso, se recomiendan placas de 5 o 6 m de longitud con un grosor de 15 cm, lo que reduce el costo de las obras y las agiliza, ya que, al instalarse el forjado, el personal transitar fácilmente sobre la superficie para trabajar encima de ella y continuar la construcción.
En este caso, se utilizan placas alveolares de cinco o seis metros de longitud y de 15 centímetros de grosor para colocarlas entre pilares. Su precio es asequible y pueden cortarse para crear ventanas y puertas.
Este material que ofrece reducciones de tiempo y dinero para la industria de la construcción presenta excelente resistencia y composición, lo que permite su utilización como pantallas de protección, algo importante para sectores donde hay riesgos de incendio o donde se disparan constantemente materiales que dañan al personal. Suelen usarse en campos de tiro del ejército o cuerpo policiaco para evitar que las balas se desvíen.
En este tipo de obra que usa materiales prefabricados para la construcción, se utilizan placas con alambre o acero pretensado en su interior, que es ideal para las aplicaciones ganaderas, ya que resisten el empuje de los animales. Es una buena opción para mangas o sistemas de barreras y corrales y se fabrican en diferentes formas y tamaños para comunicarlas con las demás áreas de la granja. Recomendamos usar placas de cinco metros de longitud, 1.2 m de altura y 12 cm de grosor.
El acero pretensado dentro de estos prefabricados en la construcción facilita la sujeción de tierras, aunque es importante no aplicar demasiado empuje. En caso de que sea muy grande el empuje de tierras, hay placas diseñadas para resistirlo.
En este caso, permite crear muros perimetrales de parcelas o terrenos de forma económica y rápida. El resultado es un cerramiento duradero con placas de doce centímetros de grosor. Se recomiendan alturas de 1.2 m para que, al colocar tres placas, se obtengan alturas de 3.6 m, que son ideales para esta aplicación.
Sin importar su aplicación, las placas alveolares ofrecen varias ventajas tanto para los calculistas como para la obra:
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