Entre nuestros productos más demandados, destacan los muros prefabricados de concreto. Son una excelente opción como bardas perimetrales y consiste en una serie de paredes exteriores que pueden usarse como fachadas, pero funcionan bien para rodear viviendas u otras estructuras. Cada vez más propietarios optan por ellas en vez de recurrir al típico muro de bloques.
Hay varios mitos acerca de los muros prefabricados, por ejemplo, que son más caros y de menor calidad que los muros convencionales de hormigón, no obstante, su alta demanda ha demostrado que en realidad son más convenientes por varias razones, como el ahorro de materiales de construcción, y su creación en fábrica, lo que permite aplicar controles rigurosos de calidad.
Los muros prefabricados de concreto reciben su nombre porque son construidos en las plantas y, posteriormente, se transportan al sitio para instalarlos. Generalmente, se usan para marcar el perímetro y separar los elementos interiores como exteriores. Tienen una resistencia muy alta y se componen de paneles o losas de forma rectangular o cuadrada y de columnas de hormigón. Su ensamblaje es rápido y asequible y permite la utilización de varios acabados, texturas y colores.
Hay varias diferencias, pero las más notables son que los muros prefabricados en la construcción tienen una resistencia y dureza superiores, debido a que son fabricados con acero de refuerzo como una sola pieza y no se construyen en sitio. A ello se suma que permiten la adición de fibras sintéticas, aumentando así aún más su resistencia.
Por otra parte, los muros de bloques eran la opción más usada, principalmente porque muchas personas que no están familiarizadas con los materiales prefabricados usados para economizar en las obras, no obstante, su uso es cada vez menor. Constan de bloques huecos de concreto con una resistencia menor, debido a que el sistema solo integra acero de refuerzo en columnas y vigas.
Hay otras diferencias notables, entre las que destacan:
El centro de los bloques es hueco para minimizar su peso y apilarlos más fácilmente. En cambio, los paneles prefabricados pueden ser huecos o macizos y, pese a ser más delgados que los bloques de concreto, tienen una mayor resistencia estructural.
Como mencionamos, los muros prefabricados son más delgados que los muros de bloque, pero presentan mayor solidez gracias a que se fabrican con acero de refuerzo en su interior. Igualmente, requiere componentes de mayores dimensiones.
El levantamiento de muros prefabricados toma muy poco tiempo y se efectúa como una única unidad grande, en vez de hacerlo lentamente y con componentes individuales. Se requieren horas o pocos días para tener una construcción sólida y de alta calidad, a diferencia de los bloques que llegan a tomar hasta una semana.
A lo anterior se suma la poca mano de obra que requiere. Su instalación se hace con una grúa, lo que aumenta un poco los costos, pero evita pagar al personal por varios días de servicio como en el caso de los bloques. La colocación de los muros prefabricados se efectúa con una base compactada de grava, en cambio, los muros de bloque requieren una base sólida de hormigón, ralentizando así el proceso.
Los muros de bloques tienen un aspecto muy básico y, para que sean estéticos, requieren actividades adicionales y tardadas, como la aplicación de pintura. En cambio, los muros prefabricados son más flexibles en el diseño y admiten muchas posibilidades estéticas y de personalización. Admiten la adición de pigmentos y aditivos antes de verter la mezcla en los moldes, logrando así un acabado homogéneo.
Los bloques requieren mortero o apilarse en seco con un revestimiento de hormigón en el muro. Es necesario apilarlos uno por uno y se requiere el respaldo de personal especializado que trabaje por largos periodos. Los muros prefabricados no requieren trabajadores especializados, basta con una grúa y poca mano de obra para colocarlos.
Usualmente, se añade refuerzo a las estructuras de hormigón para que sean resistentes. Aplica tanto para muros de bloques como los muros prefabricados de concreto, aunque varía en los métodos de instalación. En el caso del material prefabricado, suele contar con una cuadrícula acerada de malla que es colocada en el molde. Al verter el concreto en este último, se cubre completamente el acero de refuerzo.
Por otra parte, al colocar los bloques se ponen varillas de acero de forma aleatoria en sus huecos y se utiliza mezcla o lechada para rellenarlos y hacer que el refuerzo quede en su sitio. En caso de que sea similar la cantidad de varillas usadas y las dimensiones del acero de refuerzo, se obtendrá una resistencia parecida a la de los muros prefabricados, aunque es algo difícil de lograr.
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