En las últimas décadas, los muros prefabricados de concreto se volvieron una opción constructiva bastante popular entre los arquitectos e ingenieros civiles, debido a que puede usarse en proyectos de cualquier dimensión. La razón detrás es la gran variedad de beneficios que proporciona y los mínimos inconvenientes que tiene en comparación con el concreto en sitio y otros materiales.
Al igual que otros productos cuya presencia es un desafío para el status quo o se vuelve un foco de atención, surgen muchos detractores de los muros prefabricados de concreto (que usualmente son la competencia). Estos se apegan a los mismos métodos para sus proyectos de construcción, aunque esté comprobado que hay materiales con características superiores. Son ellos los causantes de muchos falsos rumores, cuyo objetivo es desacreditar un producto, mostrado ante el público como una opción viable y sumamente conveniente.
Si bien los muros prefabricados se muestran como un material que no debe desaprovechar por sus características superiores en comparación con los muros convencionales, hay varios mitos acerca de ellos. Abordaremos los más notables para que eviten caer en la trampa y se animen a disfrutar las ventajas que ofrecen estos productos.
Muchas personas que no investigan suelen asumir que el concreto vertido en el sitio con marcos personalizados para crear los muros proporciona trabajos de mejor calidad que los generados por ejemplares elaborados en fábrica. La razón es que, desde una perspectiva muy genérica, comparan el proceso de creación de prefabricados con la de otros productos, como los mobiliarios. Por ejemplo, lo comparan con la fabricación de un escritorio tallado a mano con otro creado en masa para su posterior ensamblado.
En realidad, en el caso de los prefabricados, ocurre lo contrario. En la creación de muros en obra, pueden aparecer imperfecciones estéticas y funcionales en el concreto o derivadas del vertido. También pueden introducirse muchos escombros y residuos en la mezcla, que afectan las propiedades del material acabado. Por otra parte, tanto el vertido como el fraguado del concreto para crear muros prefabricados se realiza en un entorno controlado.
Lo anterior significa que se revisan aspectos como el nivel de humedad en el aire, la temperatura, la presencia de partículas y contaminantes, entre otros. El proceso de curado también es controlado de esa manera, lo que permite ejemplares de la más alta calidad posible. Cabe mencionar que se mantienen a raya todos los factores climáticos que pueden afectar la calidad del material y que son comunes en el vertido en sitio, como lluvia, viento, polvo, entre otros.
Muchos creen que es más barato hacer el trabajo por cuenta propia y comprar los materiales para preparar la mezcla y crear muros en el sitio. En realidad, esto puede costarles mucho, especialmente si no tienen experiencia en la creación e instalación de muros. Si se comparan los costos derivados de errores, desperdicio de material, tiempo y de la mano obra que lleguen a requerir, descubrirán que no es tan asequible como pensaban.
Por otra parte, la tecnología requerida para crear muros prefabricados de concreto permite procesos más rápidos y sencillos, además, conlleva menos tiempo, mano de obra y dinero perdido. Si los usan para grandes proyectos, ahorrarán notables cantidades de dinero, no solo en su creación e instalación, también durante su uso, ya que son muy duraderos y requieren poco mantenimiento. Lo último se debe a su excelente resistencia estructural, a los factores de la intemperie, fuego, plagas y humedad.
Cabe mencionar que, durante la fabricación de muros de concreto en sitio, son considerables los desperdicios. Pueden dosificarse inadecuadamente las mezclas y derrochar dinero en los ingredientes. La prefabricación garantiza usar la cantidad adecuada de concreto para los muros y no ocurre ningún desperdicio, ya que los materiales son tratados y reciclados. Esto implica mínimos impactos ambientales, por lo que los muros prefabricados suelen considerarse materiales sustentables.
Los muros prefabricados son creados y diseñados de manera uniforme para evitar deficiencias en su estética y funcionalidad, además son muy duraderos y pueden soportar los mismos elementos que los muros convencionales. En los últimos, es más fácil que se filtre el agua, lo que puede causar agrietamientos y deterioro gradual hasta volverse un verdadero dolor de cabeza.
En cambio, los ejemplares prefabricados se diseñan con alta precisión para resistir esos problemas. Si se instalan adecuadamente y con ayuda de expertos, durarán por décadas en la intemperie. También es una alternativa muy rentable y agradable para la vista en comparación con otros materiales usados con fines decorativos, como vinilo, madera, fibra de vidrio, entre otros.
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